Playa artificial de SJL

El segundo disco de estudio de Emilia, lanzado bajo el sello de Sony Music el 3 de noviembre de este año, marcó el comienzo de una nueva etapa para la artista nogoyaense. En este álbum, Emilia ha encontrado su rumbo en la música al explorar los ritmos pop de finales de los 90 y principios de los 2000. Gracias a su innovación, Mernes ha logrado cautivar a sus fanáticos, y con este proyecto, consolida su posición como uno de los talentos argentinos más versátiles en la industria musical femenina de su país.

La creación de .mp3 se debe a la influencia de artistas que marcaron la infancia de la cantante, como Beyoncé, Rihanna y Gwen Stefani, cuyas huellas son audibles en las 13 canciones del álbum. Sin duda, uno de los temas que encapsula esa época es 'Jagger', que fusiona melodías de hip-hop con un toque de pop urbano contemporáneo. Esta canción es fundamental para comprender el concepto del disco, el cual busca incorporar sonidos de principios de este siglo con elementos actuales. Canciones como 'Facts', 'Exclusive' y 'Ojitos Verdes' destacan el poderío femenino que irrumpe en la industria musical. Sin embargo, no todas las canciones del álbum desbordan gozo; también encontramos baladas como 'A 1000 km', dedicada a los fanáticos, y 'Guerrero', donde percibimos a una Emilia melancólica acompañada de una guitarra evocativa. La cantante reveló en una transmisión en vivo que esta última canción la compuso para su padre cuando atravesó por una grave enfermedad.

Asimismo, es importante destacar las colaboraciones presentes en el disco, las cuales incluyen a las argentinas Tini Stoessel y Nathy Peluso, además de la artista brasileña Ludmilla. A pesar de que las tres artistas realizan géneros completamente diferentes a lo propuesto por Emilia, lograron integrarse brillantemente a su propuesta.