Sleepers: Un abuso en silencio

Las situaciones que vivimos de jóvenes nos marcan para toda nuestra vida: principal mensaje que nos ofrece la película Sleepers o Los hijos de la calle —en español—.

La historia se sitúa en Hell's Kitchen, Nueva York, durante la década de 1960. En dicho barrio viven los cuatro protagonistas: Lorenzo Carcaterra, Michael Sullivan, John Reilly y Tommy Marcano, quienes al intentar robar un puesto de comida callejero lastiman gravemente a un civil.

Por tal motivo, son enviados al reformatorio Wilkinson Home for Boys donde sufrirán abusos físicos, emocionales y sexuales por parte de los guardias: traumas que cargarán por el resto de sus vidas. Así pues —curiosamente— un lugar destinado para corregir a los jóvenes, solo generó personas sin esperanza y con miedo a contar las penurias que vivieron.

Centrándonos en esta parte, el largometraje maneja un lenguaje audiovisual implícito, ya que se acompañan las escenas de los abusos de tono verde —sinónimo de encierro— con la escenificación de habitaciones de escaza luz o con la ausencia de esta, además de gritos de dolor en clemencia de ayuda. De manera que, uno como espectador puede deducir que pasa en ese instante sin necesidad de imágenes explícitas.

Para superar este episodio en sus vidas, el grupo de chicos decide nunca hablar del tema con nadie. Trece años después, todos han tomado caminos distintos y es el asesinato de Henry Addison, exguardia de Wilkinson Home for Boys, a manos de John Reilly y Tommy Marcano, el acontecimiento que sacará a flote los recuerdos que se mantuvieron ocultos por largo tiempo.

El juicio, en el cual se busca sentenciar a los dos asesinos —bajo una estrategia sutil de Lorenzo Carcaterra y Michael Sullivan, amigos de ellos—, sirve como excusa y recurso para revelar ante el mundo todos los delitos y abusos que se cometieron dentro del reformatorio. De modo que, para los cuatro chicos —que perdieron su infancia en una prisión— se logra hacer justicia.

Sleepers aborda varios temas, el más resaltante es la justicia y la búsqueda de esta mediante la venganza. En estas circunstancias, cabe preguntarse ¿qué tan fiable es un sistema con los más inocentes?, ¿la justicia se encuentra solo en el sistema o se puede conseguir por nuestras propias manos?, ¿hasta qué punto la venganza y la justicia se parecen?