Fotógrafo colombiano, quien a lo largo de diversos proyectos devela un cuerpo de trabajo en el cual confluyen lugares, personas y objetos atravesados por simbolismos, historias y vivencias que recorren diversas geografías y territorios.  Es en estas intersecciones donde sus imágenes se elaboran: entre el registro, el archivo y las intervenciones propias de los procesos fotográficos y su relación con el entorno. 

Proyecto La Casa Grande. (Foto: www.panchoaga.com)

En su trabajo, La Casa Grande, se da esta articulación entre la casa y las dinámicas que este espacio alberga. La casa como escenario donde las memorias compartidas se hacen presentes desde lo relacional, desde lo material y desde la misma imagen. Es presentada por momentos como paisajes estrellados o como producto de la cámara oscura que permea este espacio con imágenes bastante afectivas y que se conectan con la historia personal del fotógrafo. Cuyos orígenes familiares se sitúan en el departamento del Cauca, lugar que históricamente ha estado sujeto a tensiones de carácter social, cultural y como epicentro de luchas violentas y resistencias por parte de la población indígena del territorio. Es así que la memoria no solo remite al recuerdo personal o compartido en el seno de lo filial, sino a su importancia para la preservación de la vida en comunidad y de la reparación histórica.

Proyecto Historia Natural del Silencio. (Foto: www.panchoaga.com)

En Historia natural del Silencio, se parte de la memoria fragmentada y esquiva de aquella generación cuyas familias eran trabajadoras de la creciente economía ilegal en Colombia en los 80´s y 90´s:

“En medio del silencio que buscamos escuchar, la narrativa se pierde en la memoria que reconstruye una ciudad desolada e imaginaria, marcada por la violencia, encadenada a la necesidad de olvidar o encarar el pasado. “(traducido del inglés)

Proyecto Historia Natural del Silencio. (Foto: www.panchoaga.com)

Por medio de fotografías que remiten a la imagen latente que en un principio las originó, así como a la memoria latente que puede ser revelada. Les acompañan relatos de aquellos sucesos fragmentados e indeterminados, y es en esa tensión entre lo que se ve/dice y lo que no. Las imágenes desde la noche, las luces y las sombras, así como la puesta en escena de objetos, animales y gestos que atestiguan pero que desde el tratamiento fotográfico expresan más allá del registro, configurando una narrativa donde lo simbólico, lo onírico y lo expresivo se conjugan en una serie de sentires en medio de la hostilidad y la violencia.