Fiesta Del Libro de Arequipa: literatura y cultura de la mano
Anthony Valdivia Valencia
26 de enero de 2024
Durante las primeras semanas de diciembre del 2023 se desarrolló la I Fiesta del Libro en el distrito de Yanahuara, Arequipa, contando con la participación de artistas regionales y nacionales, además de un sorteo de 500 libros donados por el Fondo de Cultura Económica. Revista Horizonte conversó con la coordinara principal, Úrsula Angulo.
Desde su aparición en el lejano siglo XVI, las ferias del libro se han establecido como espacios idóneos para que escritores, lectores y editores se encuentren en un mismo lugar y puedan construir puentes de comunicación entre sus creaciones artísticas y el público receptor, contribuyendo de esta manera a que la actividad de la lectura encuentre nuevos estímulos. Como parte de esta larga tradición, durante las primeras semanas del mes de diciembre —entre el 9 y 17— se llevó a cabo la I Fiesta del Libro de Arequipa, en el tradicional distrito de Yanahuara. Fueron 30 los stands que se distribuyeron en la plaza, rodeados por la iglesia de Yanahuara, los arcos del mirador, la presencia colosal del volcán Misti y la clásica arquitectura arequipeña hecha en sillar —piedra volcánica de la cual surge el nombre de «ciudad blanca»—. La oferta de libros incluyó precios que empezaban desde los 5 soles y que fueron expuestos por librerías y editoriales de la región y la capital del país.
En esta primera edición, se contó con la presencia de diversos artistas, como el cineasta Miguel Barreda, la actriz Tatiana Astengo, el director y actor de teatro arequipeño Mauricio Rodríguez-Camargo, el analista internacional Farid Kahhat, el caricaturista Omar Zevallos y los escritores Dante Trujillo, Johann Page, Victoria Guerrero, Elena de Yta, Teresina Muñoz-Najar, Juan Carlos Nalvarte, entre otros. Además, como parte del programa, al finalizar los conversatorios, se realizó el sorteo de libros entre los asistentes, los cuales fueron donados por el Fondo de Cultura Económica.
La tranquilidad del distrito, el ambiente cálido y la naturaleza susurrante que envuelve la plaza —alejada del tráfico caótico y el estruendo de motores y bocinas del centro— conformaron la atmósfera ideal para que los lectores asiduos o vecinos curiosos del lugar pudiesen visitar los distintos stands y animarse a emprender nuevos proyectos de lectura o adquirir libros como regalos navideños. La variedad de precios y las ofertas de descuentos en los distintos puestos fueron cómodos al bolsillo de los compradores. Además —como parte de las actividades del evento— se regalaron libros entre las personas que asistían a los conversatorios y que eran capaces de responder una pregunta sencilla sobre el autor invitado, la temática desarrollada o aspectos generales del evento. Sobre estos y más aspectos, nos comentó Úrsula Ángulo, coordinadora principal de esta primera edición de la Fiesta del Libro de Arequipa.
¿Cómo surgió la idea de organizar esta I Fiesta del libro de Arequipa?
Fue muy curioso, porque hace muchos meses hablé con el alcalde de Yanahuara —Sergio Bolliger— y me comentó que le gusta muchísimo leer, su biblioteca personal es muy extensa y como le gusta mucho la literatura y es cultura, tenía la idea de hacer una feria del libro en Yanahuara. Luego, en una reunión que tuvo con Julio Cáceres, presidente de la Cámara de Comercio, y Broswi Gálvez, gerente general de la Cámara del Comercio, coincidieron en que ellos también tenían la idea de hacer una feria del libro, y entonces acordaron para hacerla juntos, y entonces ellos me contratan a mí para encargarme de la producción. Nació como una coincidencia.
¿Cuáles han sido las mayores dificultades al momento de llevar a cabo este proyecto?
Bueno, una de las mayores dificultades ha sido el programa. Por ejemplo, en el caso de los stands ha sido más fácil porque me comuniqué con la Cámara Peruana del Libro y ellos enviaron mi convocatoria a todos los asociados y entre ellos se pasaron la voz y me llamaban. Pero para hacer el programa se debía contactar con los autores, y ver si pueden, algunos no respondían inmediatamente, me decían «déjame ver» y pasaban un par de semanas y después me decían que no y debía buscar otra persona, o si no había que coordinar las fechas; entonces, cuadrar todo era un problema. Y, también, que haya personas que cancelen a último momento y desorganicen todo el programa.
Como parte de la promoción del evento se ha mencionado la entrega de 500 libros gratis a los asistentes, ¿cómo pudo hacerse posible esta donación?
Bueno, el director del Fondo de Cultura Económica —Dante Trujillo— es muy amigo mío, entonces le comenté que íbamos a hacer una feria del libro —Fiesta del Libro de Arequipa— y me dijo que él participaba, que tenía un stand, y me dijo «sabes qué, nosotros les donamos 500 libros, para que lo repartan entre los asistentes», le dije que perfecto, le agradecí y los compartimos. La idea era que las personas se los lleven sin dificultad.
Una de las características de esta I Fiesta del libro es la elección del arequipeño Edmundo de los Ríos como figura homenajeada, ¿podrías contarnos cómo fue tu acercamiento a la obra de este autor y si crees que los arequipeños en general valoran y conocen a los escritores de su región?
Mira, me encanta tu pregunta, porque tenía la idea de que cada edición sea un homenaje a un escritor, pero, por supuesto, empezamos por los de casa, los arequipeños, y bueno, yo leí una obra de Edmundo de los Ríos en el 2015, y siempre la recuerdo como una buena obra y que lamentablemente el autor no es tan conocido en Arequipa o a nivel nacional. Por eso se me ocurrió empezar con él. Quizás para la próxima edición podría ser Alberto Guillén, que es el mismo caso. Esos autores acá en Arequipa no son tan conocidos entre los lectores.
¿Qué cosas te gustaría mejorar o agregar a futuras ediciones de la Fiesta del Libro?
A ver, estoy feliz con la primera edición. Hemos tenido muchísimo cuidado, pensé en muchos detalles, como por ejemplo los manteles en las mesas con los logos, que no entreguen bolsas de plástico —hemos dado bolsas de papel con el logo de la Fiesta del Libro—, he hecho una playlist con la música instrumental que debe acompañar a la feria; entonces, me he fijado en varios detalles. Estoy feliz con eso. Lo que sí exigiría en las próximas ediciones es sobre las normas de la convocatoria, que les dije que deben abrir de diez de la mañana hasta ocho de la noche, y no pueden abrir antes y cerrar después. Soy bastante exigente y perfeccionista, por lo que estaría más atenta a ciertos detalles.
¿Y agregarías más actividades?
Sí, de hecho, se pensó en tener un programa más extenso, pero sabíamos que era la primera edición y me di cuenta de que todos querían ver cómo era una edición anterior, pero no iban a encontrar nada porque esta es la primera edición. Yo creo que en la segunda edición ya va haber mayor experiencia, y ahí sí podemos hacer algo más grande, no en el número de stands, pero sí en el programa; por ejemplo, traer escritores extranjeros, internacionales.
Y, finalmente, recomiéndanos tres libros.
Nos vemos allá arriba de Pierre Lemaitre, cualquier obra de Dostoievsky o Kafka, y El infinito en un junco de Irene Vallejo. Y un libro peruano, Tierra de Caléndula de Gregorio Martínez.