El principito: la literatura infantil de la adultez
Aixa Nahir Chiappe
20 de diciembre de 2023
La radical escritura del autor francés rompe con la idea de que “si es para niños, no es para adultos”.
Fuente: https://www.lavoz.com.ar/negocios/efecto-sombrero-o-serpiente-que-se-comio-al-elefante/
La nouvelle revolucionaria
El principito (1943) de Antoine de Saint-Exupéry es una nouvelle que desde su publicación ha generado muchísimo revuelo a través de generaciones por su valor como obra. Con elementos del género fantástico y sus temáticas existencialistas sobre el amor o la amistad —entre otros—, ha revolucionado la idea que tenemos de la literatura infantil porque rompe la barrera entre lo aniñado y lo que es para adultos.
La literatura infantil presenta una variedad de obras muy rica. Por un lado, tenemos libros que llegan a la extrema sonoridad y visualidad, aparecen unas pocas onomatopeyas y se invierte la paratextualidad para que el texto acompañe a la imagen, como son los libros de Doctor Seuss. Por otra parte, nos encontramos con obras como Las aventuras de Pinocho (1883), cuya profundidad y formato se acercan un poco más a la literatura de adultos.
La doxa cree que la literatura infantil solo abarca el primer grupo, con sus fábulas simplistas como “sé buena persona” o “no subestimes a otro”. Sin embargo, El Principito nos enseña a no limitar los alcances de este precioso género. Pero, sobre todo, nos enseña a no olvidar lo que ambos grupos etarios tienen en común, y que solo porque algo sea para niños no implica que deba dejarse de lado en la adultez.
Hay un sesgo hacia las infancias que solo Antoine de Saint-Exupéry ha logrado cuestionar, ya que genera una llegada a las mentes adultas que otros libros infantiles no han podido lograr. Esto es porque muchas obras han quedado como recuerdos del pasado que no vuelven a generar el mismo interés cuando somos grandes. El Principito no se deja en la biblioteca para siempre cuando se llega a cierta edad y, por eso, obtiene tal trascendencia como obra —creo yo— bien merecida.