Entre la Memoria y la Política: El Futuro de 'El Ojo que Llora’
Alina Gabriela Saavedra Quispe
16 de setiembre de 2024
La escultura conmemorativa en medio de un debate que involucra tanto a la memoria como a la política.
[Editorial] El Ojo que Llora y el vandalismo institucional (Foto: IDEHPUCP)
El Ojo que Llora, declarado Patrimonio Cultural de la Nación, representa un espacio de reflexión y memoria sobre los acontecimientos de violencia que se vivieron en las décadas de 1980 y 1990 en Perú, lo cual genera distintas posturas ideológicas y políticas que repercuten sobre la existencia del monumento. Tanto así que actualmente una de las máximas autoridades de Lima, el alcalde, ha solicitado su demolición para la creación de áreas verdes.
El “Ojo que Llora” (Foto: Agenda País)
Dicho lo anterior, surge la pregunta: ¿Por qué la Municipalidad de Lima solicita la demolición del Ojo que Llora? Uno de sus principales motivos indica que el actual patrimonio cultural no representa a las víctimas que fueron asesinadas en la época del terrorismo; en cambio, alega que las piedras contienen los nombres de terroristas. En retrospectiva, estos comentarios no son algo nuevo hacia la escultura, puesto que ya en 2007, se encontraba en la misma situación debido a las declaraciones del CIDH de ese año, en torno al reporte del CVR del caso del Penal Castro Castro en 1992, que exigía al Estado peruano que las víctimas fallecidas fueran representadas en el monumento. Esto generó revuelo debido a que se encontraban los nombres de dos miembros senderistas: Carlos Aguilar Garay y Roberto River. En consecuencia de ello, ocasionó indignación y revuelo entre los políticos de aquellos años, algunos solicitaron su demolición y, otros, pidieron su respeto como un espacio que reivindica la memoria cultural de la sociedad peruana.
Sin dejar de lado la posición actual de la Municipalidad de Lima, el valor simbólico que representa el Ojo que Llora también ha sido objeto de debates dentro del Congreso de la República, que impulsó el proyecto de ley 1216/2021-CR para quitarle el valor de Patrimonio Cultural de la Nación. Para la bancada de Avanza País, el monumento no debería tener este reconocimiento, ya que fue una decisión “forzada” por parte de las autoridades del Ministerio de Cultura.
De este modo, entendemos que el valor simbólico de reconciliación y memoria que representa el monumento es cuestionado por distintos ámbitos de la política, tanto de la derecha como de la izquierda, pero reducirlo a tendencias políticas opuestas, significa olvidar su verdadero significado como espacio que visibiliza a las víctimas de la época de terror que vivió el Perú, por los grupos terroristas como por la fuerzas del Estado peruano, y nos da pie para reflexionar sobre aquellas acciones que terminaron con la vida de cientos de peruanos.