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Esos vacíos de la Educación Intercultural del Ecuador

Valeria Ocaña Vizcaíno

27 de abril de 2024

Hablemos de la situación de la Educación Intercultural, faltan esfuerzos para garantizarla a profundidad sin maquillarla como un cumplimiento total.


Mesa de Derechos Colectivos organizada en 2022 con el propósito de

fortalecer la Educación Intercultural Bilingüe entre el Gobierno de turno y

representantes de comunidades. (Foto: Ministerio de Inclusión Económica y Social).


El Artículo 1 de la Constitución de la República del Ecuador, en 2008, establece que: “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico”. Recuerdo que aún estudiaba la primaria cuando numerosos artículos de la Carta Magna se difundían por todos los medios posibles. Hasta los libros proporcionados por el Estado tenían ilustraciones y fotografías de niñas y niños de las distintas nacionalidades y etnias del país. Muchas de ellas eran confundidas entre sí por el alumnado, o limitadas en número.


Se podría hablar de una aparente dificultad de la infancia al recordar tantos datos y ubicaciones, pero al llegar a la secundaria, se repetía. Las exposiciones de Ciencias Sociales trataban de costumbres ancestrales de cinco o siete pueblos originarios, para esto, la tarea era conseguir el “disfraz” (denominado “traje típico” por varios docentes), preparar comida alusiva y mostrar las vestimentas. No obstante, jamás entendíamos siquiera la variedad de lenguas y cotidianidades involucradas.


Lo que se ve


Actualmente, en entidades públicas como centros educativos y centros de salud, es posible encontrar letreros y señaléticas en español y kichwa, pero no en todos los sitios del país. Curiosamente, en restaurantes o institutos particulares abundan los carteles en inglés, francés y coreano. Y lo más interesante que he visto: artesanos y emprendedores de comunidades indígenas, “adaptados” al mundo globalizado, ofreciendo sus productos en inglés a los turistas extranjeros, aunque, en ocasiones, se les dificulte el español.


Ecuador cuenta con la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), misma que explica métodos de evaluación, objetivos y enfoques mínimos para garantizar el derecho a la educación, uno de estos es la inclusión, donde se reconoce la diversidad individual, colectiva, cultural y étnica de la población. En estos esfuerzos se concentra la Secretaría de Educación Intercultural Bilingüe y la Etnoeducación (SEIBE), que acompaña y vela por los procesos específicos de aprendizaje para cada estudiante perteneciente a pueblos y nacionalidades, como. Por supuesto, constituye en una institución referente para la creación o selección de textos y material didáctico que maneje conocimientos y lenguas ancestrales.


La LOEI menciona en el artículo 404 del capítulo III, orientado a la etnoeducación, que: “Para promover la etnoeducación a través del currículo nacional, la Autoridad Educativa Nacional y la Secretaría de Educación Intercultural Bilingüe y la Etnoeducación asegurarán la incorporación de los conocimientos, historia, valores culturales, ciencia, tecnología y aportes de los pueblos afroecuatoriano y montubio. Asimismo, se garantizará que se cuente con suficientes materiales y textos educativos culturales, artísticos, científicos e históricos de los pueblos afroecuatoriano y montubio”. Por otro lado, en el artículo 406, se enfatiza: “La Secretaría de Educación Intercultural Bilingüe y la Etnoeducación promoverá el diseño e implementación de carreras de etnoeducación, ante las entidades competentes para estos propósitos”.


¿Realmente el Ecuador se limita a “indígenas” y “pueblos afroecuatoriano y montubio”? ¿No se pueden nombrar a las diversidades, mientras se habla de inclusión?


Cuestiones más allá del papel y la tinta


Toda mi vida estudiantil fue un paso por instituciones públicas, recuerdo haber visto 4 o 5 estudiantes pertenecientes a comunidades indígenas de la región interandina o sierra. Su uniforme combinaba su vestimenta propia con el uniforme, algunas docentes no le tomaban importancia a este asunto basándose en el respeto a la identidad del alumnado. Otras sí se referían a estos actos como “modificaciones” al uniforme, que no debían permitirse. Quizás era esto lo que hacía que poco a poco, se perdieran en el mar de alumnos “correctamente uniformados” y mestizos. Fui testigo de cómo una de mis compañeras, lo hizo, decía que su madre quería que “no llamara la atención” o no tuviera problemas en sus estudios.


Aunque, claramente, como sucede en muchas ciudades de Latinoamérica, “lo exótico” y “folclorizado” siempre es aplaudido, como si las comunidades vivieran para ser un atractivo turístico vacío de opiniones, como si su significado fuera ser parte de un museo. Así era en el aula de clase, ocasionalmente en las exposiciones culturales, mi compañera hablaba kichwa, obviamente nadie comprendía qué decía, pero aplaudíamos felices y sorprendidos. Ahora que lo veo desde fuera, parecía un espectáculo. Me preguntaba cómo fue obligada por el sistema educativo para aprender español, ya que donde estudiábamos no había ningún docente que hablara kichwa o cualquier otra lengua nativa, al menos no de forma seria. También pensaba qué pasaría si alguna con discapacidad visual o auditiva e indígena estudiara con nosotros. Libros no había, docentes preparados para esta situación o psicólogos tampoco.


Identificación étnica del alumnado por provincia, gráfico presentado por el

Ministerio de Educación del Ecuador en noviembre 2023. (Captura de pantalla

de Estadística Educativa Volumen 4. Noviembre 2023).


Durante la pandemia de Covid-19 y el confinamiento que nos obligó a tomar clases a distancia, se dio más deserción escolar. En sí, ya era complicado para el alumnado mestizo de periferias urbanas o zonas rurales tener un mínimo acceso a la señal de radio o televisión, no se diga internet. ¿Cuál sería la situación de pueblos y nacionalidades?


Al final del día, la información está disponible al alcance de un clic, pero es hora de que estos grupos dejen de ser apreciados desde una vitrina invisible en lugar de ser escuchados y formar parte importante de políticas y participación en la sociedad. Me pregunto si la etnoeducación podría implementarse de forma más amplia ante un racismo evidente que persiste en la ciudadanía. Donde si te vistes, hablas, curas o crees distinto ya eres digno de que te miren y murmuren.


En Ecuador, es necesario incluir desde un respeto hacia las diversidades étnicas, quienes luchan constantemente por sus derechos y son tildados como “indios” vagos cuando paralizan carreteras y actividades laborales. Pero vamos, también te indignarías si tus hijas e hijos no reciben alimentación adecuada, no pueden estudiar y encima vienen a hacerles creer que lo que pasa en el entorno, que ven con sus propios ojos, es un reclamo injustificado. No suena muy inclusivo tener un Estado que trate de ignorantes o “revoltosos” a estas comunidades.


¿Acaso la interculturalidad y plurinacionalidad solo aparece para vendernos al mundo como una ilusión bonita?



Niñas que ganaron una acción de protección para eliminar la quema de

mecheros de gas en la Amazonía se presentaron indignadas ante la Comisión

de Biodiversidad de la Asamblea Nacional. (Publicación de TikTok de

@radiopurpura).

Editado por 

María de los Angeles Custodio

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Valeria Ocaña Vizcaíno

Comunicadora y periodista digital. Curiosa de lo social y cultural, aprendo nuevos enfoques para narrar.

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