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La magia navideña tradicional: ¿Quedó en pausa como los derechos de los artistas?

Valeria Ocaña Vizcaíno

16 de enero de 2024

Desde hace aproximadamente cinco años era una actividad infaltable en el plan cercano a las festividades navideñas. De hecho, mi hermana y yo asistíamos de manera gratuita al Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana para envolvernos en la magia de la obra El Cascanueces, presentada en diferentes funciones por el Ballet Ecuatoriano de Cámara. Era innegable que todas las butacas se llenaban mucho antes de la Primera Llamada, las filas eran largas a la hora de ingresar. Consideraba que era un gran acercamiento para la población hacia formas artísticas como la danza, quizás muchas niñas, niños y adolescentes pensaban a dicho arte como una carrera profesional. 

En cada ocasión, su Director General, Rubén Guarderas Jijón, expresaba su alegría ante la gran cantidad de personas que asistían para presenciar el trabajo de todo un equipo, sobre el escenario y detrás del mismo. Definitivamente, personas de todas las edades quedaban asombradas y extasiadas por varias horas. Lamentablemente, este espectáculo dio un giro y no necesariamente por los bailarines.


Un giro obligatorio que no estaba coreografiado


En diciembre de 2022, diversos medios de comunicación informaban de los plantones convocados por la comunidad del Ballet Ecuatoriano de Cámara, tomaron esa determinación y presentaron una acción de protección ante la Unidad Judicial de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia,además de un recurso Amicus Curiae ante la Defensoría del Pueblo. El descontento tenía su raíz en la inacción del Ministerio de Finanzas y la falta del desembolso de la partida presupuestaria asignada por derecho a este colectivo.


Marcha pacífica organizada por el Ballet Nacional de Ecuador. Créditos: Facebook Ballet Nacional de Ecuador


Representantes del Ballet Ecuatoriano de Cámara (BEC) alertaban que la ausencia de estos fondos representaría una vulneración para el compromiso del Estado con la cultura, aproximadamente 100 familias sin un ingreso económico y la suspensión del desarrollo formativo de más de 200 alumnos y alumnas. Sumado a esto, previamente en septiembre del mismo año, Guarderas Jijón afirmó ante la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional del Ecuador que se veían obligados a valorar los costos de sus presentaciones artísticas. Claramente, quieren llevar el arte a todo el país, sin distinción de edad o estrato social, pero requieren de financiamiento. En ese momento, el presidente de dicha comisión, Manuel Medina, manifestó que trabajan en el planteamiento del proyecto de Ley de Cultura. Hasta ahora, la ciudadanía sigue sin mayores novedades al respecto.

Actualmente, el sistema nacional de cultura en el país cuenta con apenas 30 millones, presupuesto designado para múltiples instituciones culturales. Por lo tanto, es entendible que después de la pandemia y la crisis que enfrenta el Ecuador, los planes hayan cambiado. Se aumentaron las actividades pagadas, que anteriormente recibían a cientos de espectadores de forma gratuita. Hay menos funciones sin costo, menos eventos y en recintos de capacidad más limitada.


Un antes y un después


Entradas agotadas para dos funciones gratuitas de El Cascanueces. Publicación de la Compañía Nacional de Danza.


En estos días mi hermana se acercó para comentarme que los boletos para El Cascanueces se habían agotado, por supuesto consideré que se trataba de funciones con un costo monetario. No obstante, ella hablaba de dos únicas funciones gratuitas. Mi curiosidad me llamó a investigar, en efecto, ahora la presentación estaba en manos de la Compañía Nacional de Danza.

Mientras tanto, desde las redes sociales del Ballet Nacional de Ecuador, recuerdan que dicha obra no se llevará a cabo este año debido a la vulneración de sus derechos. A su vez, presentan videos de las ediciones anteriores, donde los trajes invitaban a la imaginación y los efectos nos hacían sentir en una experiencia inmersiva. En estas épocas, quedan las esperanzas de que la comunidad involucrada en actividades de gestión cultural, artistas y creadores tengan lo que merecen por sacarnos de la realidad por unas horas. Esencialmente, su trabajo trae cambios a la sociedad de muchas maneras.

Editado por 

Edición RH

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Valeria Ocaña Vizcaíno

Comunicadora y periodista digital. Curiosa de lo social y cultural, aprendo nuevos enfoques para narrar.

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