Una alternativa necesaria en tiempos de conflicto interno
Valeria Ocaña Vizcaíno
12 de febrero de 2024
Ante la complicada situación que vive el Ecuador, resisten las respuestas esenciales de la mano del arte y la cultura.
“Sonidos de Manabí”, música como respuesta al ambiente conflictivo del Ecuador. (Foto: Facebook - Casa de la Cultura Manabí).
El martes de 9 enero de 2024 marca la historia ecuatoriana como uno de los días más oscuros para la ciudadanía. Parecía un día relativamente “normal”, dentro de una cotidianidad envuelta en masacres carcelarias, delincuencia, narcotráfico y asesinatos (muchos de ellos camuflados en ‘ajustes de cuentas’, realizados o no exitosamente). Esto sin contar la deuda que tiene el Estado con las mujeres, pues se registraron 321 víctimas de femicidios en 2023, según datos recopilados por Fundación ALDEA. Esencialmente, salir o quedarse en casa representa un riesgo, en ningún lugar te sientes a salvo.
Una pausa para observar el desastre
Un amigo y colega me envió un video alrededor de las 14:00, de aquel día. Cambié de canal rápidamente y mis ojos no podían dar crédito de la escena que estaba presenciando. Un grupo de jóvenes, con el rostro cubierto, irrumpieron en un canal nacional y amedrentaron al personal, incluido el equipo periodístico que trabajaba en vivo. Un temor nos invadió grandemente, la gente caminaba y hasta corría en dirección a la estación de autobús más cercana, madres y padres de familia buscaban contactarse con sus hijas e hijos. Había llamadas, mensajes, videos circulando en la web, noticias falsas e imágenes descontextualizadas que inundaban las redes sociodigitales. Toda la población estaba sometida a niveles altos de incertidumbre, estrés y miedo. Horas después de este suceso, y otros relacionados con el caos y descontrol imperante, el presidente Daniel Noboa Azín, declaraba al Ecuador en estado de conflicto armado interno.
Las iniciativas del primer mandatario buscan incrementar impuestos como el IVA, para financiar “la lucha contra grupos terroristas y narcodelictivos”. Por un momento, quedó atrás la necesidad de invertir en educación o en salud. De hecho, resonó la reducción de presupuesto para la educación superior. Para ser exactos, $77 millones que le quitan a las universidades públicas y cofinanciadas.
En efecto, se van restando oportunidades de acceso a una calidad de vida digna, actualmente esta es percibida como un privilegio al que muy poca parte de la población tiene acceso. Al dar una breve mirada atrás, podemos observar una de las raíces del mal actual en el territorio ecuatoriano. Desde la pandemia de Covid-19, se incrementó la deserción escolar. Así lo reflejan los datos proporcionados por el Ministerio de Educación, en septiembre de 2023, se detectó que, en el inicio del año escolar del régimen Sierra - Amazonía, 38.238 estudiantes no retornaron a las aulas. La dificultad en la movilidad, el trabajo infantil y la falta de recursos figuraron entre las principales razones.
Y desde aquí es que grupos delictivos trabajan, desde la necesidad, desde esas ausencias en las escuelas y colegios. Vigilan atentos para incorporar a sus bases a esas infancias y adolescencias en situación de vulnerabilidad y olvido estatal.
En la provincia de Los Ríos se impulsan programas de danza desde el núcleo provincial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. (Foto: Facebook - Casa de la Cultura Núcleo Los Ríos).
¿Entonces de cultura y arte mejor ni hablemos?
Como suele pasar, hay anuncios importantes que se espera que se desarrollen de forma óptima para proyectos y gestores del sector cultural y artístico. El 5 de febrero de 2024, el Ministerio de Cultura y Patrimonio informó que en la primera Sesión Ordinaria del Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación se aprobó por unanimidad el Plan Operativo de Fomento para el 2024 y el 2025, con un presupuesto significativo de más de 15 millones de dólares. Esto representa mayor apertura para el acercamiento del arte, la cultura, el cine y la industria audiovisual con la población y nuevas fuentes de empleo. Se prevé que funcione como una contribución para 700 proyectos.
En medio de todo este caos, las artes y su enseñanza surgen como una alternativa para construir una sociedad mejor, se presentan como un pequeño refugio y escudo para alejar a la ciudadanía de aquellos grupos que solo buscan generar pánico y alterar nuestras ideas y potencialidades creativas. Especialmente en zonas más conflictivas como Guayas, Pichincha, Los Ríos, Manabí, El Oro y Esmeraldas, provincias en las que los núcleos de la Casa de las Culturas promueven un rescate de las tradiciones y raíces ancestrales, como los amorfinos y la identidad afroecuatoriana. Además, de ofrecer talleres y clubes de cine para toda la comunidad.
El Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador señala el Plan Operativo de Fomento 2024 - 2025, con un presupuesto significativo de más de 15 millones de dólares. Imagen referencial de la ministra Romina Muñoz. (Foto: Facebook - Ministerio de Cultura y Patrimonio).
La gente exige más cultura y menos violencia, la sociedad quiere más infancias y juventudes sosteniendo cámaras, instrumentos musicales, micrófonos y libros, no armas o explosivos. Es necesario construir más espacios desde los que todos los sectores de la población, especialmente los más vulnerables, puedan explorar sus vivencias, liberarlas y presentarlas al mundo en las mil maneras de hacer arte que existen y existirán. Espero pronto ver a un Ecuador cargado de propuestas y de historias que impacten en el mundo creativo y no desde el peligro.