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el efecto Werther: cuando la ficción despertó censuras

Un 29 de septiembre de 1774, el libro de Johann Wolfgang von Goethe revolucionó la literatura europea. «Las desventuras del joven Werther» es una novela epistolar que no solo marcó el inicio del Romanticismo, sino que también generó un fenómeno cultural pocas veces visto. La intensidad emocional del protagonista, atrapado entre la pasión y la imposibilidad del amor, caló en una generación que descubría en la literatura un espejo de su sensibilidad más íntima.

La novela como catalizador de suicidios imitativos

Los relatos de suicidios que imitaban el final de Werther empezaron a circular rápidamente. No hay cifras exactas. A pesar de eso, se menciona que al menos una docena de casos ocurrieron en los años posteriores a la publicación.

En la psicología moderna, el fenómeno lleva el nombre de “efecto Werther”. Trataba de jóvenes identificados con el personaje imitaban su vestimenta (chaleco azul y pantalones amarillos). Lo negativo fue que algunos llevaron su identificación al extremo. Tanto que terminaron reproduciendo su trágico desenlace. Esto provocó que varios países europeos censuraran el libro. Temerosos de su influencia sobre la juventud y de los ecos de rebeldía que podía despertar en sociedades conservadoras.

Restricciones y prohibiciones oficiales

El impacto no pasó desapercibido. Diversos países europeos, como Alemania, Italia y Dinamarca, prohibieron la novela ante la creciente preocupación por su influencia dañina sobre la juventud. En algunos ámbitos religiosos y conservadores se la consideró “indigna” o incluso “anticristiana”. El pastor Johann Melchior Goeze la calificó públicamente como “una afrenta para nuestra religión y un peligro para los lectores indefensos”

Goethe frente a la controversia

Goethe mismo tomó nota de esta censura y de las implicaciones morales. En 1775, en una nueva edición de la novela, incluyó un epígrafe con un consejo claro: “Sé hombre, y no me imites” («Sei ein Mann, und folge mir nicht nach»). Sin embargo, la tragedia personal lo alcanzó cuando una joven de 17 años, que llevaba una copia del libro, se suicidó en 1778. Esto generó en Goethe profundo remordimiento.

Escritor alemán, Johann Wolfgang von Goethe, cuyo personaje Werther encendió pasiones, modas y censuras en la Europa (Foto: )

Reacciones literarias alternativas

La conmoción fue tal que el escritor contemporáneo y crítico de Goethe, Christoph Friedrich Nicolai, escribió una versión alternativa más optimista. Esta se llamó «Las alegrías del joven Werther», donde el suicidio nunca ocurre. Albert, al tanto, llena las pistolas con sangre de pollo para evitar la tragedia.

A pesar de la censura, la obra de Goethe consolidó la idea de la literatura como espacio de desahogo emocional y como fuerza transformadora. Este mes, que es su aniversario, Werther se recuerda no solo por haber dado voz a la sensibilidad romántica, sino también por haber mostrado cómo la ficción puede conmover y alterar realidades sociales al punto de convertirse en un fenómeno político y cultural. La literatura es poderosa y este es un claro ejemplo. Una obra puede trascender sus páginas y convertirse en una voz poderosa, capaz de inspirar, alertar y también de generar reacciones que cruzan los límites éticos y sociales.

Portada de la novela epistolar (Foto: Ediciones Cátedra)

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